jueves, 11 de agosto de 2011

La niña que le enseñó a Jesús


Tomado de  El Evangelio Acuario de Jesús el Cristo / Dowling Levi H.


Ahora se abrió para Jesús el curso superior de estudio, y Jesús entró y llegó a ser discípulo privado del Hierofante.

Aprendió los secretos de la ciencia mística de la tierra de Egipto; los misterios de la vida y de la muerte y de los mundos más allá del Círculo del Sol.

Cuando hubo concluido los estudios todos del curso superior, fue a la Cámara de la Muerte, para que pueda aprender los métodos antiguos de conservar de la decadencia los cuerpos de los muertos; y allí trabajó.

Y los acarreadores trajeron el cuerpo del hijo único de una viuda, para que fuera embalsamado; la madre le seguía de cerca llorando; su pesar era grande.

Y Jesús dijo: Buena mujer, seca tus lágrimas; no estás siguiendo sino una caja vacía; tu hijo no está en ella.

Lloras porque tu hijo ha muerto. Muerte es una palabra cruel; y tu hijo nunca puede morir. Tuvo una tarea que hacer en forma corpórea; vino; la hizo y entonces dejó a un lado la carne; no la necesitaba más.

Más allá de lo que tu ojo humano puede ver, tiene otro trabajo que hacer, y lo hará bien, y entonces pasará a otras tareas y, a su tiempo, adquirirá la corona de la vida perfecta. Y lo que tu hijo ha hecho, y lo que tú también tienes todavía que hacer, todos nosotros tendremos que hacerlo.

Ahora bien, si tú albergas pesares y das rienda suelta a tus tristezas, ellos crecerán cada día más grandes. Absorberán tu vida hasta que al final no serás nada sino pesares humedecidos con lágrimas amargas. En lugar de ayudarlo, con tu dolor profundo estás apesadumbrando a tu hijo. El busca tu solaz como siempre lo ha buscado; está contento cuando tú estás contenta; está triste cuando estás triste.

Entierra pues tus aflicciones, sonríe al pesar, y piérdete a ti misma ayudando a secar las lágrimas de los demás.

Al cumplir un deber conquistamos felicidad y goce; la alegría tonifica los corazones de los que se han ido.

La madre gemebunda se volteó y se fue a buscar felicidad ayudando a otros a enterrar hondamente sus pesares en un ministerio de goce.

Y otros acarreadores entraron y trajeron el cuerpo de una madre a la Cámara de la Muerte; sólo una doliente la seguía: una niña de tiernos años.

Y al acercarse el cortejo a la puerta, la niña notó un pájaro herido que estaba en grande calamidad: un cazador cruel le había traspasado el pecho.

Y la niña dejó a la muerte y se fue a auxiliar al pájaro vivo. Con amor y ternura estrechó contra su seno el pájaro herido; entonces corrió a ocupar su lugar.

Y Jesús le dijo: ¿Por qué dejas a tu muerta para salvar un pájaro herido?

La niña contestó. Este cuerpo sin vida ya no requiere mi ayuda; pero sí puedo ayudar a lo que todavía tiene vida; mi madre así me lo enseñó. Mi madre me enseñó que el pesar y el amor egoísta, y las esperanzas y los miedos no son sino reflejos del ego inferior. Que lo que percibimos en sensación no son sino pequeñas olas de la marejada de la vida, las cuales pasarán porque no son reales. Las lágrimas proceden de corazones carnales; el espíritu nunca llora; y yo ansío el día en que caminaré en luz, habiéndose secado todas mis lágrimas.

Mi madre me enseñó que todas las emociones son asperjes que proceden de amores, esperanzas y miedos humanos; que la verdadera rectitud no puede ser nuestra hasta que las hayamos controlado.

Y en la presencia de esta niña Jesús dobló reverente la cabeza y dijo: Por días, meses y años he buscado dónde aprender la más alta verdad que el hombre puede aprender en la Tierra, y he aquí que una niña recién salida de la tierra me la ha dicho toda en cortas palabras. No me maravilla pues que David haya dicho: Oh Señor, nuestro Señor, cuán excelente es tu nombre en toda la Tierra. De las bocas de los niños y de los que aún maman has ordenado fortaleza.

Y entonces colocó la mano sobre la cabeza de la niña y dijo: Estoy seguro de que las bendiciones de mi Padre—Dios descansarán sobre ti, niñita, por siempre.

2 comentarios:

  1. Bellisimo pero es un cuento oes una historia de la Biblia?

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  2. Hacer el bien suemnpre ayuda apra curar la tristweza. Jesús es salud y vida.

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