Luego que fuera legalizado en Chile el matrimonio homosexual y en Argentina se anunciara el próximo debate e inminente aprobación de una norma semejante, en Perú no se han dejado esperar los comentarios de las minorías sexuales del país.
Llamó la atención sobre todo el mensaje enviado hasta nuestra sala de redacción por el representante de la Asociación de Hermafroditas Trujillanos, quien si bien saludó el que se reconozca el derecho de quienes optan por opciones sexuales minoritarias en Perú, reclamó el que en este asunto sólo se trate acerca del derecho al reconocimiento legal de las uniones homosexuales y no se considere a las unisexuales, como las que practican los integrantes de su asociación.
“Si bien el hacer legal las uniones homosexuales nos parece una muestra de tolerancia y de pensamiento progresista pensamos que se está dejando de lado a quienes, como nosotros, practicamos la unión sexual individual y, más aún, a quienes practican el sexo hermafrodita homosexual con ellos mismos, lo cual no podemos permitir, pues representa marginación por omisión”, dijo en una parte de su extenso comunicado.
“Además -añade- , vale mencionar que el matrimonio heterosexual es el menos funcional de las uniones humanas, pues uno de cada tres termina en divorcio, por lo cual es injusto el que se le ponga como ejemplo y modelo social, mientras que instituciones como la Iglesia buscan se prohíban otro tipo de relaciones que se ha demostrado son mucho más eficientes, gratificantes y duraderas, como las uniones homosexuales, que tienen una tasa de fracaso muchísimo menor, y sobre todo la nuestra, la unión hermafrodítica, que tiene un porcentaje de separación de cero”.
Consultamos acerca de esta inquietud del segmento hermafrodita de la población a destacados miembros de varias iglesias trujillanas sin obtener más que una excomunión, varios portazos en la cara y condenas a pasar la eternidad en 15 tipos de infiernos diferentes.
De regreso a nuestra sala de redacción nos cruzamos con un grupo de monjas a quienes preguntamos su opinión. Todas estuvieron de acuerdo en que se trata de un problema de las partes. Ya cuando les explicamos que en la unión hermafrodítica existen los dos miembros de la pareja en un solo individuo, las venerables se mostraron de acuerdo en que, siendo ése el caso, ellas -por una cuestión de doctrina- consideraban únicamente al miembro viril.
De regreso a nuestra sala de redacción nos cruzamos con un grupo de monjas a quienes preguntamos su opinión. Todas estuvieron de acuerdo en que se trata de un problema de las partes. Ya cuando les explicamos que en la unión hermafrodítica existen los dos miembros de la pareja en un solo individuo, las venerables se mostraron de acuerdo en que, siendo ése el caso, ellas -por una cuestión de doctrina- consideraban únicamente al miembro viril.
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