Veinticinco años después...
Finalmente -y poco antes de concluir su segundo gobierno- el presidente Alan García inauguró el primer tramo del tren eléctrico.
“Admito que me retrasé un poco, porque prometí que esta obra estaría lista antes que terminara mi primer mandato, en el 90; pero como todos recordarán tuvimos algunos problemillas”, preciso el mandatario, refiriéndose a la inflación de 11 mil por ciento anual y al hecho de que al final de su memorable primer gobierno, cuando se abrieron las bóvedas del Banco Central para contar el monto de nuestras reservas sólo se encontraron dos ratas muertas por empacho, como reveló la autopsia que se les practicó a los roedores por encargo del Ministerio del Interior, que determinó que ambas eran culpables de la desaparición de nuestras divisas.
“Admito que me retrasé un poco, porque prometí que esta obra estaría lista antes que terminara mi primer mandato, en el 90; pero como todos recordarán tuvimos algunos problemillas”, preciso el mandatario, refiriéndose a la inflación de 11 mil por ciento anual y al hecho de que al final de su memorable primer gobierno, cuando se abrieron las bóvedas del Banco Central para contar el monto de nuestras reservas sólo se encontraron dos ratas muertas por empacho, como reveló la autopsia que se les practicó a los roedores por encargo del Ministerio del Interior, que determinó que ambas eran culpables de la desaparición de nuestras divisas.
Los delincuentes de la zona también dieron su opinión sobre el nuevo medio de transporte.
Uno de ellos (que no quiso identificarse debido a que hace poco fueron encontrados dos cadáveres plagados de sus huellas digitales) nos mostró su indignación ante el flamante medio de transporte, que dejaría a él y a muchos de sus colegas sin su fuente de trabajo.
“Es el colmo… ¿cómo quieren que progrese el país? Mis colegas y yo nos ganábamos la vida pidiendo colaboración a las personas de buen corazón que nos querían apoyar entregándonos sus carteras y billeteras en los paraderos informales o nos las buscábamos decomisando celulares en las montoneras de los micros. Ahora ¿qué va a ser de nosotros? Si esto sigue así no nos va a quedar otra que formar nuestro propio partido político para agarrar chamba como congresistas, asesores de congresistas o en algún cargo público. Las firmas las conseguimos al toque nomás, porque tenemos métodos muy persuasivos para que le gente se adhiera; pero uno tiene su dignidad y no queremos caer tan bajo tampoco”, manifestó.
Uno de ellos (que no quiso identificarse debido a que hace poco fueron encontrados dos cadáveres plagados de sus huellas digitales) nos mostró su indignación ante el flamante medio de transporte, que dejaría a él y a muchos de sus colegas sin su fuente de trabajo.
“Es el colmo… ¿cómo quieren que progrese el país? Mis colegas y yo nos ganábamos la vida pidiendo colaboración a las personas de buen corazón que nos querían apoyar entregándonos sus carteras y billeteras en los paraderos informales o nos las buscábamos decomisando celulares en las montoneras de los micros. Ahora ¿qué va a ser de nosotros? Si esto sigue así no nos va a quedar otra que formar nuestro propio partido político para agarrar chamba como congresistas, asesores de congresistas o en algún cargo público. Las firmas las conseguimos al toque nomás, porque tenemos métodos muy persuasivos para que le gente se adhiera; pero uno tiene su dignidad y no queremos caer tan bajo tampoco”, manifestó.
Paralelamente, en las afueras de la estación un grupo que se identificó como perteneciente a la CGTTP (Confederación General de Trabajadores Tardones del Perú) también hacía sentir su voz de protesta.
Su secretario general, el señor Amado Lerdo, nos explicó las razones de su reclamo: “Con mucho esfuerzo nos hemos hecho una rutina de vida y tenemos toda una enciclopedia de excusas para justificar el llegar con 90 ó 180 minutitos de retraso con el cuento de los congestionamientos, los micros llenos o las pistas rotas. Son años acogidos a este sistema y no vamos a renunciar así nomás a nuestros derechos… Después nomás falta que nos quieran evaluar, como a los profesores. Ni hablar!!!. Felizmente ya entra el gobierno nacionalista, que ha prometido regresarnos a los trabajadores todos nuestros derechos de la década de los ochenta, así que prepárense para una serie de marchas de protesta: No al tren eléctrico, no a las evaluaciones, no a la puntualidad, tres meses de vacaciones, derechos especiales para los sindicalistas, aumentos trimestrales, estabilidad laboral a los tres días de entrar a una chamba y sueldo mínimo vital homologado con los del Poder Judicial… Viva Ollanta!!!”.
Su secretario general, el señor Amado Lerdo, nos explicó las razones de su reclamo: “Con mucho esfuerzo nos hemos hecho una rutina de vida y tenemos toda una enciclopedia de excusas para justificar el llegar con 90 ó 180 minutitos de retraso con el cuento de los congestionamientos, los micros llenos o las pistas rotas. Son años acogidos a este sistema y no vamos a renunciar así nomás a nuestros derechos… Después nomás falta que nos quieran evaluar, como a los profesores. Ni hablar!!!. Felizmente ya entra el gobierno nacionalista, que ha prometido regresarnos a los trabajadores todos nuestros derechos de la década de los ochenta, así que prepárense para una serie de marchas de protesta: No al tren eléctrico, no a las evaluaciones, no a la puntualidad, tres meses de vacaciones, derechos especiales para los sindicalistas, aumentos trimestrales, estabilidad laboral a los tres días de entrar a una chamba y sueldo mínimo vital homologado con los del Poder Judicial… Viva Ollanta!!!”.
En ese momento vimos retirarse al presidente García, de modo que aprovechamos para abordarlo y preguntarle sobre el tema de la corrupción en su gobierno… “Mucho se ha hablado de eso. El que no la debe no la teme, así que quiero anunciar como una primicia que he encargado a una empresa independiente una seria investigación del asunto, de modo que en un par de días publicaremos una lista de funcionarios corruptos, que no deben ser más de tres o cuatro”, dijo, en el momento en que -misteriosamente y al mismo tiempo- su chofer, su seguridad, los ministros y algunas autoridades apristas que lo acompañaban abandonaron súbitamente la comitiva, presas de una súbita compulsión turística que los llevó (como se supo horas después) a dejar precipitadamente el país.
Abandonado en plena calle, al Primer Mandatario no le quedó otra que pedirnos prestados 10 soles para su taxi de regreso a Palacio. “Te lo devuelvo en mi próximo gobierno”, nos dijo, sonriendo maliciosamente, antes de perderse a la distancia en un vehículo sin placa.
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