lunes, 8 de agosto de 2011

Usar el celular en el cine



Maldita costumbre de algunos trujillanos para quienes el cine es el equivalente al baño de su casa, es decir un lugar a donde acuden a sentarse, satisfacer sus necesidades más básicas y luego utilizar la comodidad del prójimo como papel higiénico cuando –en plena película- reciben una llamada a su celular y sin pudor alguno son capaces de sostener la conversación más animada en medio del silencio de la sala. Si a ello agregamos que muchos de estos artefactos están provistos de un sistema de iluminación como para murciélago, capaz de poner fuera de combate a la retina más robusta en 15 metros a la redonda, nos encontramos ante una muestra de desadaptación social para la cual muchos psicólogos vanguardistas reclaman un espacio en el ámbito de las enfermedades mentales.

En este blog somos conscientes de que es malo desearle la muerte al prójimo, pero en el caso de estos engendros creemos imprescindible hacer una excepción.

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